Concierto a beneficio del Fondo de Instrumentos Musicales
de la Ciudad de Sigüenza
La ciudad de Sigüenza ha demostrado que la música es una de sus grandes pasiones y que está dispuesta a apostar por ella. Así se demostró con la asistencia numerosa al concierto del pasado sábado 24 de noviembre. Los melómanos seguntinos, que cada día son más numerosos, han hecho posible que, gracias a la recaudación obtenida, la ciudad reciba varios instrumentos que servirán para que la afición a la música siga creciendo en la ciudad. Estos instrumentos serán entregados al alcalde, como representante de todos los seguntinos, durante el tradicional Concierto de Navidad el próximo 15 de diciembre.
El concierto del pasado día 24 tuvo un carácter especial. Además del carácter benéfico ya mencionado, destacó la vertiente didáctica del mismo, y además sobre repertorio contemporáneo. El programa se convirtió en un interesante viaje musical a través de la historia musical más reciente, viaje conducido por el pianista valenciano Pau Gil quien, además, realizó antes de interpretar cada pieza una amplia y amena introducción histórica y estética que ayudó al público asistente a apreciar el valor intrínseco de cada obra. Estas explicaciones hicieron más asequible la escucha de las piezas de por sí ya muy complicadas de entender. Entre dos composiciones de Mozart que enmarcaron el concierto, se escucharon tres piezas representativas de las diferentes corrientes que la música siguió durante el siglo XX y continúan en el nuestro. Tras la Fantasía en re menor de Mozart se asistió al estreno absoluto de “Nocturno” de Héctor Oltra, obra compuesta en 2005. Este compositor es una de las jóvenes figuras más prometedoras en su ámbito, y ha sido premiado recientemente por SGAE. A Oltra siguieron dos clásicos del siglo XX, dos compositores que, desde posiciones estéticas antagónicas, se han convertido en referente obligado para los autores posteriores: el francés Olivier Messiaen y el austriaco Arnold Schönberg. Del primero se escuchó “Cantéodjayâ”, pieza experimental de 1948 en la que Messiaen explora nuevos caminos que se definirán en sus lenguajes futuros. De Schönberg se interpretó la Suite Op. 25 (1925), summum dentro del corpus pianístico del compositor, pieza con la que el genio vienés cambió definitivamente el rumbo de la historia de la música, consiguiendo en ella aunar la tradición heredada de los clásicos y su propio lenguaje innovador. Con la Suite se abrieron los nuevos caminos a la creatividad musical del nuevo siglo. Para terminar, se culminó el concierto con una sonata de Mozart poco habitual dentro de la programación, de marcado carácter brillante y orquestal.
Pau Gil, impecable en sus explicaciones, lo ha resultado ser también en su interpretación. Las obras de Mozart como las contemporáneas fueron resueltas con una brillante maestría demostrada a través del admirable equilibrio con el que supo combinar la nitidez y claridad de lectura y exposición con una elevada sensibilidad pianística. Solamente tomando en consideración la Suite de Schönberg, interpretada de memoria como el resto de las composiciones propuestas, y conociendo muy bien el esfuerzo que el estudio de tal obra supone, podemos entender la audacia, la sensibilidad y el valor de este pianista, todos ellos demostrados claramente en su actuación. Audacia, sensibilidad y valor traducidos plenamente al público a través de su interpretación el pasado día 24 de noviembre.
En definitiva, un concierto que despertó un gran interés entre el público que acogió y apoyó con su respuesta esta nueva apuesta arriesgada de la asociación Bell´Arte Europa ICS.