Javier Manzana - II Festival de Jóvenes Pianistas



El segundo concierto del Festival ha sido ofrecido por Javier Manzana – el más jóven entre los cuatro invitados este año – el sábado 2 de Junio. Con su concierto empezó otra vez el “concurso” y los aficionados que compraron el abono y puedan asistir a los cuatro conciertos, podrán dar su preferencia entre Javier Manzana, Patrick Hemmerlé y Mario Alonso. Desde luego los aplausos despues del recital del jóven Manzana de veintidos años significan mucho, ya que no se le permitió irse del escenario sin conceder antes una propina. La obra elegida para despedirse del público seguntino fue el Nocturno op.9 nº1 de F.Chopin. El progama resultó muy bien escogido, como muestra del repertorio pianístico desde clasicismo hasta los tiempos modernos.
Empezó con la Sonata en si menor Hob. XVI/32 de J.Haydn, donde mantuvo una interpretación justa y de buen gusto dentro del estilo, no olvidandose en ningún momento de la atmósfera que dio vida a las creaciones de los clásicos de Viena. Cabe destacar su interpretación de las obras de Antón García Abril, compositor español que en el mes de Marzo pasado visitó Sigüenza en ocasión de las Clases Magistrales impartidas sobre su producción pianística. Javier Manzana llegó a nuestra ciudad con un tercer premio obtenido a mediados del mes de Mayo en el concurso dedicado a García Abril que se desarolla anualmente en Teruel. Escuchamos las Dos Piezas Griegas y el Preludio de Mirambel nº6, obras que, aunque de reciente composición, ya se encuentran entre las importantes en el repertorio pianístico de música española. Sobre todo en las Piezas Griegas, asimiladas con asombrosa naturalidad por el público, el pianista encontró una inspiración que le favoreció el éxito de una interpretación muy personal y bella, llena de variadas sonoridades en la primera y potencia y destreza en la segunda.

El la segunda parte Javier Manzana nos propuso Fantasía en Do Mayor Op.17 de R. Schumann, dónde demonstró sus calidades pianísticas en el gran repertorio tradicional romántico. La Fantasía, obra de gran envergadura, requiere, al igual que la de Schubert interpretada en el concierto de inauguración, una gran madurez para mantener la tensión. Aunque consta de tres movimientos, hay que reflejar su unidad, de manera que la ‘ruptura” no sea molestia en la recepción de una única obra, sino respiro necesario. Aquí el público pudo apreciar el verdadero artista, y Manzana, aún tan jóven, dio muestra de su talento y de las posibilidades que tiene para el futuro.
Acabó con el Estudio-Tableaux Op.39 nº9 de S.Rachmaninov, obra virtuosistíca y buen final de un recital de tal envergadura. Lleno de contenido como todos los Estudios románticos para piano, el Tableau fue la digna coronación de un Recital comprometido y magnificamente llevado a cabo.
El gran entusiasmo del público ha sido ya un premio para este jóven pianista que, tal u como confiesó, se ha llevado un recuerdo muy especial de nuestra ciudad y sobre todo la satisfacción de poder actuar para un público tan agradecido.