Javier Torres inaugura el II Festival de Jóvenes Pianistas



El Sábado 19 de Mayo, en la Ermita de San Roque de Sigüenza, Javier Torres – pianista valenciano de veinticuatro años - inauguró el Segundo Festival de Jóvenes Pianistas. Fue primero de los cuatro conciertos dentro del marco del Festival, en el que se invitaron a los alumnos predilectos de tres de entre los mejores profesores de piano en España: Joaquin Soriano, Leonel Morales y Brenno Ambrosini. Estos jóvenes intérpretes, a pesar de su edad, ya han alcanzado un nivel pianístico que nos permite llamarles concertistas con experiencia. Todos tienen una multidud de premios ganados en concursos internacionales y estan desarrollando una actividad concertística importante tanto en sus respectivos países como en el extranjero.
El concierto de Javier Torres, quién resultó ganador del Premio del Público de la Primera edición 2006 del Festival, fue una rotunda confirmación de los valores del jóven, verdadera promesa del pianismo español. Javier Torres demostró haber hecho un gran salto de la actitud de jóven virtuoso que vimos hace unos meses a la de pianista maduro e intelectual.
Su recital empezó con la Sonata en Si bemol Mayor D.960 de F. Schubert, obra que requiere no solamente un gran dominio del instrumento sino también, o mejor dicho sobre todo, una gran concentración en mantener la tensión expresiva durante los más de cuarenta minutos hora que dura la Sonata. Como cualquier composición de Schubert para piano, esta Sonata no impacta por la dificultad pianística como las obras de otros compositores. El virtuosismo schubertiano es íntimo, y por eso más arriesgado que las piezas, por ejemplo, de un Liszt o un Rachmaninoff, cuya escritura pueda quizá sorprender más al público. Schubert requiere una gran madurez musical y humana para transmitir el mensaje que se encuentra escondido entre figuraciones que, sin “fuegos de artificio” sobre el teclado, son incluso más dificiles de interpretar e incómodas técnicamente para el interprete.
En la Sonata en si bemol, Javier Torres demonstró gran virtuosismo y madurez cómo artista, manteniendo la atención del público y creando un diálogo entre él y el piano, y entre el piano y el público.
En la segunda parte del Recital hizo alarde de sus calidades como virtuoso interpretando tres piezas para piano de J. Rodrigo, la Segunda Balada de F.Liszt y la Sonata nº1 de C.Vine. Sobre todo la última composición, escrita hace poco años, el pianista pudo demostrar todas sus calidades y su fuerza en una lucha contínua con el instrumento. Lucha en la que ganó Javier, no dejando ninguna duda de haber merecido el Premio del Público del año pasado.